Extremadura y su Red de Miradores y la región del Gran Lago Alqueva en Alentejo, Portugal, cuentan con el certificado de destino turístico Starlight, conseguido gracias a la baja contaminación de la región.
El astroturismo es un tipo de turismo sostenible basado en contemplar los cielos nocturnos y visitar lugares propicios para esta observación astronómica.
Contemplar y estudiar el cielo nocturno es cada vez más popular entre los viajeros que buscan una escapada diferente. Pero descubrir las maravillas del firmamento requiere de diferentes condiciones para garantizar una buena experiencia.
Gracias a factores tan importantes como el clima, la leve contaminación lumínica, los cielos despejados y la existencia de excelentes localizaciones, Extremadura y Portugal acogen diferentes localidades y destinos turísticos perfectos para la práctica del astroturismo.
¿Dónde se encuentran las mejores localizaciones?
Hay diferentes zonas de observación catalogadas por el certificado Starlight a lo largo de la geografía extremeña y portuguesa.
Por un lado, en Extremadura, destacan algunas como Monfragüe, la primera que recibió dicho conocimiento, con localizaciones como el Salto del Gitano, o Trujillo, que tiene a su disposición un planetario instalado en el Conventual de San Francisco, el planetario móvil más grande de España.
Mientras tanto, Portugal también cuenta con características perfectas para esta práctica debido a la baja contaminación lumínica y su baja latitud en localidades como Barrancos, Monsaraz, Mourão o Portel.
También existe la Red de miradores celestes de Extremadura. Estos soportes nocturnos interpretan el paisaje estelar en el que se encuentran, mostrando las principales constelaciones que se ven desde donde están instalados. Hay muchísimos: Olivenza, Granadilla, Cáparra…
En el país luso, la Reserva Dark Sky Alqueva tiene a su disposición telescopios situados en lugares clave para mejorar e incrementar la experiencia de visualización de constelaciones.
¿Qué aporta el astroturismo?
Además de ser una práctica bastante moderna, se trata de un turismo sostenible de gran valor. Normalmente, esta actividad se realiza en municipios pequeños y localizaciones poco conocidas, perfectas para todos aquellos que buscan algo único y sin aglomeraciones.
Es una manera perfecta de contemplar el patrimonio natural y paisajístico de los destinos: una forma diferente de vivir la cultura de la zona.
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